viernes, 16 de mayo de 2014

Ultrasensibles

Fernández Díaz, ministro del interior, quiere definir el “umbral de hipersensibilidad”. O eso parece.
Se me antoja inalcanzable el objetivo, sólo pensando en tres o cuatro ejemplos que pondrían demasiado alto el listón. Para la altura del señor ministro, me refiero.
El primer ejemplo viene en la prensa de hoy y se trata de unas afirmaciones de Joan Benach, profesor de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona,

            Mientras las élites no tengan miedo del pueblo, no hay nada que hacer.

Al señor ministro, leer esta frase le provoca sarpullido y una reacción compulsiva de coger el teléfono y marcar el número de su subordinado, y supongo que amigo, Arsenio Fernández de Mesa, que sigue siendo director de la Guardia Civil después de sus declaraciones sobre la tragedia de Ceuta, con 15 inmigrantes muertos.

Sin embargo, el “que se jodan”, de la ilustre Andrea Fabra, celebrando los recortes a las prestaciones de los parados, se la trae al pairo.

O el famoso "algunos se han acordado de su padre cuando había subvenciones para encontrarlo", del insigne Rafa Hernando.

 

Y también el "dudo que el hijo de esta tipeja haya muerto en los atentados", de su acólito de Majadahonda Luis Gutiérrez, sobre Pilar Manjón.

 

Alguien tendría que decirle a Fernández Díaz que la España actual se compone de personas distintas con distintas sensibilidades. Que no todo es PP, pensamiento único, única sensibilidad, único sentido. Aunque gocen de mayoría absoluta, que también es circunstancial y pasajero.

 


Las redes, un vehículo.

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