Qué tiene Dolores de Cospedal, que no tengamos los demás, para decir todo lo que dijo sobre la Ley Electoral de Castilla la Mancha cuando se aprobó,
"Antidemocrática e injusta; propia de Hugo Chávez; puñalada de pícaro, golpe de estado; sería la primera vez que en un gobierno democrático, la reforma electoral sale adelante con el apoyo de un solo partido; mezquina y cobarde, desfachatez e impresentable..."
y marcharse de rositas ahora, cuando el TC respalda la constitucionalidad de la Ley y avala su modificación por necesaria:
"Existían razones bastantes para la modificación de la Ley Electoral, que no puede considerarse arbitraria, caprichosa, inconsecuente o incoherente".
¿Quién va a pagar el coste que nos ha producido a los ciudadanos el recorrido del recurso que presentaron ella y sus compañeros de partido ante el TC y que ha sido rechazado ahora?
¿Somos imbéciles o encontraremos de una vez la manera de que dejen de pensar que lo somos?
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