lunes, 21 de marzo de 2011

El título y la imagen de mi blog

Le decía a mi nieta hace poco; nadie te puede imponer una línea de actuación en ningún ámbito de la vida. La vida es tuya, de cada cual, no tienes otra cosa. Qué tienes, a ver, unos padres, unos hermanos, una familia, unos amigos... Pero, a la hora de actuar, de decidir, estás sola. Con lo cual, siempre, siempre, siempre, hagas lo que hagas, decidas lo que decidas, tienes que pensar en ti y en tu dignidad. Después, puede que haya alguien que pretenda pedirte cuentas de tus actos, pero puede que no. Y, sin embargo, tú siempre vas a encontrarte contigo misma y, por experiencia te lo digo, no hay mayor crítico que uno mismo. Los errores son errores y no van a ninguna parte,... pero siempre que no dañes tu propia dignidad. ¿Qué es la dignidad...? Eso lo sabe cada cual; no depender de nada ni de nadie, mantener y defender tus propias ideas en cualquier situación, incluso en las comprometidas, actuar siempre de acuerdo con ellas... En una palabra, que tú misma no tengas nada que reprocharte ni echarte en cara. Es como mejor se vive ¿tú sabes? En cuanto coges hábito, comienzas a disfrutar; es como cuando llevas un tiempo navegando, el barco es como la vida. Me dirás que tú ya lo haces. Ya lo sé, se trata de que no dejes de hacerlo. La vida da muchas vueltas, te encuentras con mucha gente de muchos colores, hay muchos intereses, muchas presiones; el barco, ya sabes, en medio de la mar, está rodeado de corrientes y vientos que hacen que se escore a uno y otro lado, sotavento y barlovento, y lo que hace falta es que el timón no se nos suelte de las manos.

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