martes, 22 de marzo de 2011

Informes policiales sobre SORTU

Hace unos años, a eso de la una de la madrugada, unos policías de paisano salieron de un coche y detuvieron a tres chicas de unos 20 años que circulaban alegremente algo adelantadas de su cuadrilla, con la que habían cenado en un bar cercano, acusándoles de haber quemado una papelera próxima al lugar de la detención. Ellas lo negaron por activa y por pasiva pero no pudieron hacer nada ante la evidente demostración de fuerza de los otros.
Las llevaron a comisaría, se rieron de ellas todo lo que quisieron sin dejarles llamar siquiera por teléfono, les amenazaron con pegarles sin dejar huella, con la cárcel, con el juez... Y así hasta las siete u ocho de la mañana. A unas crías que, insisto, no sé si tenían aún 20 años.
Al tiempo, sorprendidas de todo punto, recibieron sendas citaciones para el juicio que iba a celebrarse en la Audiencia Provincial contra ellas.
El juez las trató desde el primer momento como si de tres terroristas con delitos de sangre se tratara. Cosa inaudita, se dirigió en persona contra ellas echándoles en cara su forma de vestir, su "descaro" al contestarle, su "forma insolente" de estar en la sala... Seguían siendo tres crías de no más de 20 años.
Se leyeron los cargos contra ellas, no se hizo caso alguno de sus alegaciones y, en el último momento, su abogado defensor presentó un certificado de la Sección de Patrimonio del Ayuntamiento en el que se afirmaba tajantemente que "el día de autos" no se había producido ningún hecho de aquellas características, ni en aquél ni en otro lugar de la ciudad.
El juez, con cara de haba primero y de desesperación después, ante la ausencia de los policías causantes de todo aquello, por los que preguntó de bastante mala leche por el papelón que le habían hecho pasar, sin siquiera disculparse por el trato vejatorio de que habían sido objeto por la policía y en comisaría, además de en el propio juzgado por él mismo, ordenó, desencajado, no ya que se archivara el caso, sino que todo el mundo abandonara la sala por no existir caso que juzgar.
Yo estuve en esa pantomima de "juicio", celebrado en Iruña, claro, y una de las crías, de no más de 20 años, era mi hija.
Entenderéis mi postura más que escéptica con los informes que, sobre Sortu, puedan presentar policías, que han sido capaces de lo anterior.

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